Qi Gong
“Cultivar la Energía Vital”
Qi (chi) representa el vapor de la cocción del arroz que se eleva y se disipa. Se identifica como energía vital o vitalidad.
Gong está representado por el hombre y la idea de fuerza. Su significado es cultivo, destreza, habilidad o trabajo.
Este vocablo fue difundido en los años 50 para agrupar todas las técnicas milenarias destinadas a la salud y a la longevidad:
Tu Na: inspirar y expirar
Dao Yin: guiar el flujo de vitalidad
Xing Qi: promover la respiración
Fu Qi: absorber vitalidad
Shi Qi: nutrir la vitalidad
Lian Qi: cultivar la vitalidad
Tiao Qi: regular la vitalidad
Jing Zuo: sentarse y olvidar
Zuo Chan: sentarse y meditar
Zuo Wang: sentarse en paz
Yang Sheng: nutrir el principio vital
El Dr. Liu Gui Zhen de la provincia de Hebei fue el que dio carácter de generalidad a este término, tras la publicación en 1957 de la obra: “Experiencia Clínica con Tratamiento de Qigong”.
Actualmente, el Qigong, escrito en Pinyin (sistema oficial de la República Popular China), o también Chikung, escrito en Wades-Giles (sistema antiguo), se define como conjunto de técnicas energéticas de trabajo corporal, respiración, meditación y espíritu afines con los fundamentos de la Medicina Tradicional China, que se emplean para mejorar el flujo de energía vital (Qi) en el cuerpo, para activar su circulación y reforzar la función autoinmune del organismo.
Origen e Historia
El primer origen del Qigong, se atribuye a las antiguas danzas chamánicas que se realizaban hace 3000 años en China. Estas danzas o movimientos, tenían un fin terapéutico que servía de protección para evitar los efectos nocivos que producían las inundaciones, causadas por los desbordamientos de los ríos. El exceso de humedad ambiental genera y empeora las afecciones de los huesos y articulaciones. Estas danzas servían para mitigar los síntomas.
A lo largo de los tiempos, el Qigong ha compartido las influencias filosóficas, médicas, marciales e incluso militares que han conformado a la cultura china, creándose infinidad de escuelas de las que destacan 5 principales: taoísta, confucionista, budista, marcial y médica.
Escuela Taoísta
Es la más antigua, su filosofía establece el orden armónico de la naturaleza y la vinculación del ser humano al universo.
Los sabios y médicos taoístas buscaban la longevidad y desarrollaron métodos para cultivar la salud, fortalecer el cuerpo y relajar la mente. Consideraban que retrasar el deterioro permitía más tiempo para depurar el espíritu y así alcanzar la inmortalidad. Entre estos métodos se encuentran las técnicas de Alquimia Interna que cultivan la Energía Vital basadas en el control de la respiración.
Escuela Confucionista
La escuela del pensamiento de Confucio adopta la práctica del Qigong con la finalidad de conseguir la armonía social y política
Los confucionistas, tenían la creencia que muchas enfermedades eran originadas por los excesos de pensamientos y emociones siendo de gran perjuicio para el bienestar de la sociedad.
Su objetivo era mantenerse sanos y con una mente en paz y armonía para conseguir una sociedad ordenada y pacífica.
El entrenamiento que empleaban consistía en la práctica de ejercicios físicos para proporcionar fuerza, vigor y regular el cuerpo y también en la meditación estática que junto a la respiración era la forma de mantener la mente relajada y activar y regular el flujo de Qi.
Escuela Budista
El inicio del Budismo denominado Chan en China y Zen en Japón, se le atribuye al monje indio Bodhidarma, más conocido por Da Mo.
Da Mo, tras observar que tras largos periodos de meditación los músculos se entumecían y debilitaban, creó una serie de ejercicios dinámicos con la finalidad de fortalecer el estado físico de los monjes, combinados con técnicas de visualización y de respiración
Estas prácticas ayudan a conducir el Qi a la médula espinal para regenerarla y lograr prolongar la vida. Desde entonces, el Qigong budista ha sido un método de auto-crecimiento a nivel físico como espiritual, con el objetivo de alcanzar la “iluminación “. La serie de ejercicios Cambio de Músculo y tendón es el referente de Qigong atribuido a Da Mo.
Escuela Marcial
Existen dos estilos de Qigong marcial: budista originado en el Templo Shaolín y la taoísta originado en la montaña de Wudang.
Ambos estilos tienen como objetivo la habilidad y la destreza.
El Qigong era empleado como sistema de entrenamiento para fortalecer el cuerpo y activar la Energía Vital, al que además se incorporó la teoría de la acupuntura y el conocimiento de la circulación del Qi en el cuerpo, creándose técnicas de combate para atacar en puntos concretos.
Templo de Shaolín: a partir del entrenamiento de Qigong basado en el tratado de cambio de Músculo y Tendón de Da Mo, los monjes budistas crean las artes marciales como método de protección y defensa para paliar los continuos asedios y robos que sufrían, convirtiéndose en expertos e incombatibles Maestros marciales introductores de los estilos externos como el Wu Shu o Kung Fu.
Montaña de Wudang: los principios taoístas fueron la base del entrenamiento desarrollado por los monjes de Wudang. Los conceptos de que la suavidad y circularidad son dinámicas mucho más potentes que la dureza y la rectitud, fueron la inspiración para crear los denominados estilos internos representados por el Taiji Quan cuyo exponente es el monje taoísta San Zhang Feng, el Xingyi Quan, Bagua Zhang y Liu Ho Ba Fa.
Todas estas técnicas utilizan la mente para conducir la Energía Vital en el cuerpo además de ejercer el control de la respiración.
Escuela Médica
Con el fin de mantener la salud y asegurarse el equilibrio del Yin y el Yang del cuerpo, los antiguos médicos chinos crearon de una serie de ejercicios específicos de Qigong inspirados en los movimientos de animales como el del tigre, el ciervo, el oso, el mono y la grulla combinados con el empleo de la acupuntura, la fitoterápia y el masaje o Tuina.
Establecer la prevención de las enfermedades era esencial para la sociedad oriental, ya que si la persona enfermaba tenía que dejar de trabajar. La sociedad oriental retribuía al médico cuando se mantenía la salud del paciente, no cuando lo curaba. Si la persona enfermaba dejaba de pagarle porque le suponía tener que dejar de trabajar.
Observaron que el ejercicio físico era fundamental para mantener la salud. Las personas que se movían enfermaban menos que las sedentarias.
Entre los médicos de la época destacan el Dr. Hua To, a quien se le atribuye la serie de ejercicios de los 5 animales y el Dr. Sun Si Miao, autor de uno de los tratados más importantes de la Medicina China llamado: “Recetas Preciosas”, además de ser el precursor en desarrollar la terapia a través del sonido:”El Secreto de las Seis Sílabas”
El Qi Gon en la actualidad
El Qigong se ha integrado en la vida actual sin perder su contenido filosófico original taoísta, confucionista y budista.
Los ejercicios son dinámicos y estáticos, acompañados de técnicas de respiración, sonidos terapéuticos, concentración mental y meditación.
Manteniéndose afín con la Medicina Tradicional China, cuya base de tratamiento es favorecer y equilibrar la energía vital Qi, para que circule con fluidez por los canales de acupuntura que recorren el cuerpo y que conectan con los órganos internos; el objetivo del Qigong es la prevención y curación de las enfermedades ya que ayuda a reforzar el sistema inmunológico.
Su práctica continuada no solo proporciona sensación de bienestar y soporte para afrontar las tensiones de la vida moderna además tiene infinidad de beneficios que favorecen la salud:
BENEFICIOS TERAPÉUTICOS
Equilibra el sistema neurológico.
Fortalece y aporta elasticidad a los músculos, tendones, ligamentos y huesos.
Flexibiliza las articulaciones.
Elimina contracturas.
Aumenta la densidad ósea.
Activa la circulación impulsando sangre oxigenada por todo el cuerpo.
Aumenta la capacidad respiratoria y la digestión, ya que masajea los órganos internos.
Mejora la postura.
Aumenta el efecto terapéutico de los tratamientos médicos.
Aumenta la autoestima mejorando el estado de humor y reduciendo síntomas de depresión.
Libera tensiones físicas y anímicas.
Infunde ánimo y optimismo.
Regula el sueño.
Reduce el estrés y la ansiedad.
Aporta claridad mental e incrementa el rendimiento personal.
Favorece la estabilidad emocional.
Mejora la coordinación psicomotora y la percepción del propio cuerpo.
Por esto, día a día el Qigong se está convirtiendo a nivel mundial en una de las formas de preparación física y método de relajación más populares.
La clave de su éxito radica en la elegancia, serenidad y armonía de sus ejercicios que cautivan por ser de fácil ejecución y adaptabilidad a la condición física y edad de cada persona. Además no requiere de equipamiento caro, ropa especial, ni un lugar específico.
Para que un ejercicio sea beneficioso, tiene que ser interesante, atractivo y placentero, de esta forma se convierte en un hábito continuo y saludable.
Qi (chi) es el principio universal que sustenta la existencia, lo que proporciona forma y sustancia a todo. Todo es manifestación de energía vital.
